El día 8 de noviembre se conmemoraba un momento trágico de su historia: la quema por parte de las tropas napoleónicas de 75 de las 153 viviendas que existían entonces.
Corría el año 1808; meses atrás, concretamente el 2 de mayo, se produjo el famoso levantamiento en Madrid que dio inicio a la Guerra de la Independencia. Bueno, todo esto ya lo hemos estudiado en el instituto, así que ya os lo sabéis.
El caso es que, un lluvioso sábado hace ahora exactamente 206 años, los soldados de Napoleón, entraron en la villa arrasando casi todo; diferentes torres y casa nobles quedaron hechas cenizas.
También se vieron afectados los bosques del entorno.
La población quedó en la indigencia, el pueblo se arruinó pero, supieron salir adelante haciendo frente a la catástrofe y pagando las deudas adquiridas a causa de este terrible hecho.
Hace seis años fue la primera vez que se recreaba la quema. Ayer lo representaron de nuevo y coincidió en sábado como aquel triste día hace ahora 206 años.
Es bueno recordar aunque nos entristezca. No podemos dar la espalda a algo que forma parte de nuestra historia por muy dolorosa que sea.
Durante todo el día, los balmasedanos fueron testigos de aquella quema y 360 voluntarios participaron en este trágico episodio con un espectáculo muy cuidado en el que no faltaron trajes de época, caballos y pirotecnia.
Este pueblo y sus habitantes saben hacer muy bien las cosas, como lo demuestran cada Semana Santa o recreando mercados medievales.