Mi destino hoy es el hayedo de Otzarreta y, para ello, me dirijo por la N240 desde Bilbao hasta el alto de Barazar, donde me desvío hacia la derecha siguiendo un cartel que indica PARQUE NATURAL DEL GORBEA.
Un kilómetro después, en otra bifurcación, giro hacia la izquierda y enseguida veo otro cruce a la izquierda.
Llego a un aparcamiento donde me apeo del coche en busca de este lugar mágico del que tanto he leído y del que tanto me han contado.
Situado en las estribaciones de uno de los cinco montes bocineros de Bizkaia, sus hayas presumen de una peculiaridad que no pasará desapercibida a todo aquel que se adentre en este bosque. En este idílico lugar las ramas de las hayas ascienden como si quisieran tocar las nubes, ansiando la luz del sol, en vez de crecer en sentido horizontal.
Hace más de 50 años estos magníficos árboles eran sometidos a podas para obtener carbón con la leña.
Hoy en día ya no sucede; actualmente se ha convertido en un paraje protegido.
Observo con calma la naturaleza a mi alrededor.
El suelo alfombrado con hojas secas le da al lugar más encanto; quizá más embrujo.
El musgo parece querer tapar los troncos y adueñarse de unas raíces que derrochan robustez.
Zubizabala es el nombre del pequeño riachuelo que transcurre silencioso, sin molestar, sin que se note su presencia.
Unos cien hayas hacen las delicias de todo aquel que lleva una cámara en la mano. Otzarreta es un espacio muy fotografiable, sobre todo, en épocas como el otoño y el invierno que le confieren ese aspecto misterioso y ocre que, tan bien queda plasmado en las fotografías.
Muy frecuentado por fotógrafos, tanto profesionales como aficionados, en busca de la mejor imagen que represente el conjunto de este capricho de la naturaleza.
Como siempre hago os recomiendo una visita al hayedo, pero tened en cuenta que durante el fin de semana encontraréis a mucha gente ávida de observar, admirar, respirar y sentir este majestuoso y misterioso paraíso.
FOTOS: ANDONI RENTERIA.
Un reportaje muy bonito. Qué significa lo de los monte bocinados, nunca lo había oído..
Montes bocineros. Cinco cumbres bizkainas desde las cuales en los siglos xv y XVI se llamaba a juntas generales con bocinas o señales de humo.
Gracias Esme..
Miy curioso el reportaje!! Me ha gustado!! Gracias Esme. Besos
Gracias por leerlo
Que bonito reportaje!. Me ha llamado mucho la atención la forma de los árboles.
Tampoco sabía lo que eran montes bocineros.
Gracias por explicarnos y enseñarnos tantas cosas Esme.
Si vais os gustará mucho.
Unas fotos bonitas,en un sitio tranquilo y sin el agobio de la aglomeración de la gente que suele haber en la ciudad
Un lugar mágico, sin duda.