BANCO DE BETELURI

Hubo un tiempo en el que se celebraban anualmente actos de jurisdicción con el fin de dirimir asuntos relativos al gobierno de las villas, hacer cumplir las leyes y, por supuesto, atender las quejas de los vecinos.

El actual barrio de Buya conocido por Artigas de Bujana o barrio de las Cuatro Artigas estaba formado por cuatro zonas de caseríos: Buya, Orzekauko, Beteluri y Zeberitxe. Este distrito pertenecía a la villa de Bilbao y, para mantener unas normas y administrar la justicia, se nombraba a un fiel o alcalde pedáneo; quien, además de esas tareas, debía solucionar todos los problemas que pudieran surgir con los vecinos de este área tan alejada del centro de la villa. Una vez elegido, el fiel, en un acto solemne, debía jurar su cargo sentado en un banco exclusivo para estas reuniones: el banco de Beteluri.

A lo largo de la historia han sido varios los bancos utilizados para tal fin. Existen documentos fechados a mediados del siglo XVIII que hablan del estado lamentable del banco de Beteluri y de cómo  se encarga al maestro cantero Juan de Urigüen la realización de uno nuevo bajo una serie de condiciones estructurales y decorativas como la colocación del escudo de armas de la noble villa en el respaldo o unas medidas concretas para que cupieran los diferentes mandatarios. Además, se le da un plazo de veinte días para su ejecución. Este artesano, que también realizó obras de cantería fina para la iglesia de San Nicolás de Bari en el Arenal bilbaíno, aceptó el encargo a sabiendas de que no percibiría ninguna compensación económica. En el plazo establecido se terminó la obra y el banco se instaló en Beteluri  donde permaneció hasta 1880.

Posteriormente se ubicó en el Parque de Doña Casilda hasta que, en 2002 y en un  lamentable estado de deterioro, el Ayuntamiento lo sometió a un proceso de restauración y decidió colocarlo en la plaza Ernesto Erkoreka, más cerca de la Casa Consistorial; en un lugar preferente, donde los bilbaínos pueden observar y apreciar este banco de piedra que fue testigo del paso de nuestra historia.

Y, si os fijáis bien, detrás de él se encuentra un árbol de granadas que, dicen, es el único en Bilbao. Yo no lo sé, pero si alguno puede aportar más datos, estaré encantada de leeros.

Os dejo una foto actual de Andoni Renteria