Muchos han sido los jugadores emblemáticos que nos ha dado el Athletic Club. En este post quiero rendir homenaje a José Luis López Panizo, conocido por todos como Panizo.
Nació en Sestao el 12 de enero del año 1922 en una familia de diez hermanos. Durante la Guerra Civil fallecieron su padre y su hermano mayor y él comenzó a trabajar en La Naval para ayudar a la economía doméstica. A los 16 años pasó a formar parte de la plantilla del Athletic Club y, el 14 de mayo de 1939, debutó contra el Alavés en un partido de la Copa del Rey.
Una de las cosas que se dice de él es que era un adelantado a su tiempo, muy cerebral y con mucha sangre fría que supo realizar un juego más pausado en contraste con los compañeros que llevaban un ritmo vertiginoso. En sus inicios no gozaba de mucha confianza, ni por parte de los aficionados, ni de los medios de comunicación. Sin embargo, el tiempo jugó a su favor y acabaron respetando su forma de juego llegando a admirarle y acabaron bautizándole como “El interior de seda”.
Fue uno de aquella mítica delantera del equipo compuesta por Iriondo, Venancio, Zarra, Gainza y, él, por supuesto.
Su biografía futbolística en números se podría resumir en:
18 temporadas
419 partidos jugados
170 goles
Además, jugó en la Selección en catorce ocasiones.
La temporada del 54/55 fue la última que disputó con los colores rojiblancos y se le rindió un merecido homenaje en la Catedral del Fútbol, en San Mamés. Sin embargo, antes de jubilarse definitivamente, jugó en el Indautxu en Segunda División donde también estaban Iriondo y Zarra.
El 14 de febrero de 1990 falleció en Portugalete y nació una leyenda.
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