Esta noche, para muchos, es la más mágica del año.
Los Reyes Magos visitarán nuestros hogares dejando regalos, esperanza, ilusión y mucha alegría.
Pero, antes de que eso suceda, han querido pasear por la Gran Vía bilbaina para saludar a todos los niños y niñas de la villa.
Y yo, por supuesto, no he querido perdérmelo. A las seis y cuarto me encontraba junto con mi querido Andoni, muy cerca de la Plaza Moyua esperando al cortejo real.
Minutos después hemos escuchado las sirenas de los dos camiones de bomberos, decorados con luces, que encabezaban la marcha.
La emoción se podía sentir en la cara de todos los niños; quedaba poco para que sus majestades aparecieran en sus carrozas.
Un grupo de leones desfilaban haciendo las delicias de todos y arrojando confettis de colores.
Voluntarios de la Asociación San Filippo han participado luciendo los ya famosos globos solidarios rojos y blancos.
Un buzón gigante con unos carteros muy especiales avanzan hacia nosotros. Iban introduciendo cartas y en unas pantallas se podían leer los nombres de los niños que las habían escrito. Muchos gritaban encantados al ver sus nombres.
Otra carroza más, una muy importante, la que transportaba todos los regalos que esta noche repartirán los monarcas por los domicilios bilbainos.
Y, de repente, aparece Melchor, con sus pajes, saludando. La novedad de este año es que los Reyes iban sentados en unos sillones giratorios, por lo que podían moverse con libertad para saludar a todos los alli congregados.
La lluvia de confetti no paraba. La música y las luces tampoco.
Gaspar venía detrás, sonriente, feliz por el recibimiento y el cariño de todos.
Pero, sin duda, el más aclamado, ha sido Baltasar. Todos coreaban su nombre. Le he visto, incluso, levantarse de su sillón y saludar efusivamente a los que se asomaban a los balcones y ventanas de los edificios de la Gran Vía.
Cerrando la procesión, una última carroza, arrojando los tan preciados caramelos aptos para el consumo de todos.
El sistema era curioso, como si fuese un lanzapelotas. Ha sido muy divertido ver cómo lanzaban kilos y kilos de estos dulces.
De alli me he dirigido, atajando entre calles, a la plaza Pío Baroja y en la barandilla de la ría he esperado a que llegaran al Ayuntamiento.
A pie de escalinata se encontraban las autoridades para recibirles como se merecen.
Nuestro querido alcalde Ibon Areso, les ha saludado cariñosamente con todos los honores.
Han entrado en el edificio y, minutos después, se han asomado al balcón del Salón Árabe, desde donde han pronunciado cada uno un pequeño discurso, deseando a todos paz, unión, fraternidad y mucha felicidad para este nuevo año.
Baltasar, como nos tiene acostumbrados, se ha dirigido a todos llamándonos “potxolitos”.
Niños y mayores, nos hemos emocionado, incluso, he visto alguna lagrimita en las personas que estaban a mi lado.
Terminado el saludo, han entrado de nuevo para recibir, como todos los años, a todas aquellas personas que llevaban horas haciendo cola en el lateral del edificio consistorial.
He venido a casa feliz de ver cuánta ilusión desprenden nuestros txikis. Nunca deberíamos dejar de ser niños.
Feliz noche de Reyes.
Es una noche muy bonita , ver las caritas de los niños no tiene precio.
Me ha gustado mucho el buzón, que idea más buena.!!
Un reportaje estupendo. Felicidades Esme y Andoni.
Feliz noche de Reyes
Besos.
Qué bonito reportaje y qué bien fotografiado!! Lo de las pantallas con los nombres de los niños ha.sido genial, y esque los deBilbao somos la.repera! Feliz noche de reyes Esme y a ver qué tal se.portan los.reyes….
Buenisimo el reportaje
Que bonito todo gracias a ti y Andoni por transmitirme toda esa emoción de la cabalgata por cierto estupenda y las fotos preciosas. Mis nietas ya han estado con sus aitas, habrán disfrutado un montón y yo sin ir gracias a vosotros he sentido la ilusión como si hubiera estado. Estupendo reportaje, como todos los que haces. Muxusss