Un día como hoy, 4 de diciembre, pero de 1963 este singular microbús comenzó a rodar por nuestras calles bilbaínas y, sin saberlo, nació una estrella. Sí, el “azulito” se ha convertido con el paso de los años en un símbolo más de la villa; en un recuerdo para los más mayores y en una sorpresa para los jóvenes o para los turistas. Todo aquel que lo ve pasar en la actualidad se le queda mirando con asombro, con cariño, con respeto…
Desde hace unas décadas el único que se conserva lo hace gracias a la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Bilbao que lo mima, lo exhibe o lo cede para eventos puntuales.
Hoy, a las once de la mañana, un ilusionado grupo de personas hemos tenido la fortuna de sentarnos en sus característicos sofás marrones de escay para trasladarnos desde la calle Bailén hasta la Basílica de Begoña. El motivo era la ofrenda floral, por su sesenta aniversario, a la amatxu de Begoña por la protección dada a quienes condujeron el “azulito” entre 1963 y 1989. Y, como no podía ser de otra manera, ha sido una de aquellas personas quien se ha puesto al volante con decisión y mucha emoción. Se trata de María José Navas, una de las pioneras. De hecho, fue Bilbao la primera ciudad del estado donde las mujeres condujeron autobuses, como ha explicado Kepa Elejoste, presidente de la asociación, antes de empezar nuestro viaje.
En apenas quince minutos hemos llegado al destino donde ya se encontraban los que no habían cabido dentro, porque una de las peculiaridades que tenía este microbús es que nadie podía ir de pie; así que, cuando el aforo se completaba, había que esperar al siguiente.
Varias fotos para el recuerdo antes de entrar en la basílica donde ya nos esperaba el párroco Ignacio Fernández y varios miembros de la Cofradía de Ntra. Sra. de Begoña.
Maite Villamor es otra de aquellas mujeres jóvenes que iniciaron su carrera profesional como conductoras del “azulito”.
Kepa Elejoste ha explicado la importancia del día de hoy para la historia bilbaina y ha agradecido la asistencia de todos.
José Félix Artetxe y María José Navas han sido los encargados de ofrecer a la virgen el ramo de flores y una placa con los datos de esta celebración.
Para finalizar el acto, todos los asistentes hemos cantado el tema “Begoñako Andra Mari” dedicado a la Amatxu.
Os aseguro que ha sido un homenaje breve pero muy emotivo. Larga vida al “azulito”.
FOTOS: ANDONI RENTERIA.