MUSEO DEL FERROCARRIL EN AZPEITIA

En este post salimos de la provincia de Bizkaia para adentrarnos en la vecina Gipuzkoa.
A poco más de setenta kilómetros de Bilbao, en la población de Azpeitia se encuentra uno de los museos más fascinantes que he visitado últimamente: El Museo Vasco del Ferrocarril, abierto al público en 1994 y que fue impulsado por el historiador del ferrocarril Juanjo Olaizola Elordi.
Ubicado en la antigua estación del municipio, la colección ferroviaria está considerada como una de las mejores que se exhiben en Europa.


Hace unas semanas me adentré en este mundo del tren donde pasé dos horas muy entretenida observando viejas locomotoras y cientos de curiosos objetos. También me explicaron que, algunos días, realizan un viaje en un auténtico tren de vapor.
Después de pagar los tres euros de la entrada, salí al andén donde me recibieron varios vagones y máquinas de tren que se encuentran instaladas en las vías muertas.


A pocos metros existe un enorme recinto donde descansan decenas de trenes que realizaron sus trayectos por los miles de kilómetros de trazado ferroviario de nuestra geografía.

Algunos disponen de unas escaleras para que puedas observar su interior, que lo conservan como era realmente; además, han colocado diferentes objetos o maniquíes para darle mayor verosimilitud y que nuestra mente vuele a través de esos viajes de nuestros padres o abuelos.


Pero, para mi sorpresa, descubro que no solo hay trenes sino que algún trolebús de dos pisos y un camión de bomberos muy antiguo cohabitan en este espacio.


En una esquina del pabellón se recrea uno de los talleres electromecánico donde reparaban las máquinas, y un despacho del jefe de estación. Lo cierto es que no le falta detalle.


A pocos metros existe otra nave con una placa que informa de la inauguración por parte del rey Alfonso XIII del Ferrocarril secundario de Zumárraga a Zumaia.


Un dispensario médico, varias vitrinas con objetos usados por los trabajadores del tren, maquetas, una máquina de expender billetes, muchas butacas, paneles informativos, fotografías antiguas…son algunas de las cosas con las que disfrutar en este museo.


Después de más de hora y media me dirijo a la salida, de nuevo a la antigua estación de tren reconvertida en oficina y mostrador de atención al público y me indican que puedo visitar dos plantas subiendo un ascensor.
En uno de los pisos se exhiben cientos de relojes y, en el otro, decenas de trajes y uniformes de todas las épocas desde la inauguración del tren.


Realmente es un lugar que merece una visita pausada y tranquila para absorber tanta información sobre la historia del tren en el País Vasco, además de divertirte.

Para obtener más información os recomiendo visitar la página web del Museo del Ferrocarril

FOTOS: ANDONI RENTERIA