LOS RELOJES QUE CORONAN NUESTROS EDIFICIOS

En estas fechas tan próximas al fin de año, los relojes cobran una especial importancia; esos relojes que miraremos y escucharemos la última noche de diciembre esperando entrar con buen pie en 2019.
A medianoche permaneceremos todos pegados al televisor observando el paso de los segundos en el famoso reloj de la Puerta del Sol en Madrid.
Pues bien, en nuestra villa también tenemos importantes relojes que, esa noche marcarán las doce aunque no aparezcan en televisión.


Se cuenta que en los años veinte del pasado siglo, los relojes de Bilbao estaban descontrolados y cada uno iba por libre marcando la hora que mejor le parecía. Como podéis imaginar, eso causaba muchos contratiempos a los bilbaínos de entonces.
Casi todos los que podemos ver en los edificios importantes de la villa proceden de la firma francesa Bodet y varios de ellos, además de marcar la hora, suenan con una melodía determinada.

La conexión con un sistema central hace que todos, al unísono, ofrezcan la misma hora; además no es necesario darles cuerda, ya que reciben una señal codificada desde la emisora francesa DCF.
Actualmente, Bilbao posee varios relojes que solo adornan, no ofrecen ningún dato horario, pero ahí permanecen, elegantes, orgullosos… y, si no estuvieran, se les echaría de menos.
Me refiero, por ejemplo al de la calle Bidebarrieta con sus dos caras y ninguna funciona. Aunque hay quien, de manera txirene, asegura que dos veces al día marcan la hora exacta.


También existe un reloj aficionado al Athletic; se trata del situado en el alto del edificio de Consultas Externas del Hospital de Basurto. Hace años se personalizó el sonido y, cada vez que nuestro equipo juega, se escucha el himno durante unos segundos.
El reloj de la Casa Consistorial posee un generador de melodías que se instaló siendo alcalde, José María Gorordo y en ciertos momentos se escucha una música compuesta por Juan Crisóstomo Arriaga.
Y, si en ciudades europeas presumen de relojes con autómatas, en Bilbao también tuvimos uno en el que nueve figuritas se movían mientras daban la hora. Desafortunadamente, esta joya situada en una relojería de Alameda San Mamés, ya no está en funcionamiento.
Plaza nueva, Teatro Arriaga, edificio de la Equitativa, Ayuntamiento, edificio BBVA en la calle Gran Vía, Iglesia de San Nicolás…son muchos lugares emblemáticos de Bilbao donde los relojes forman parte de la arquitectura y, gracias a ellos, muchas veces levantamos la mirada hacia allí para asegurarnos que llegamos a tiempo a nuestras obligaciones.

FOTOS: ANDONI RENTERIA

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