Por algo lo llaman el mayor espectáculo del mundo; realmente, es una experiencia inolvidable pasar dos horas sentada en una butaca del circo rodeada de malabaristas, magos, payasos, acróbatas, domadores… y todo esto ambientado con luces de colores y música para bailar y cantar.
El Gran Circo Mundial lleva más de 30 años haciendo felices a niños y mayores con sus espectaculares números.
Hoy, además, de ser una mera espectadora, he podido ver la zona donde ellos se cambian, descansan, charlan o se preparan para salir a la pista.
A las cinco en punto me encontraba con Andoni en la zona de backstage donde había quedado con Javier Almada, director ejecutivo de esta gran familia, que nos ha recibido con una amplia sonrisa.
Nos ha enseñado algunas de las instalaciones y, en una sala de reuniones, hemos charlado animadamente.
Le he preguntado por el público de Bilbao y, con sinceridad, me ha asegurado que es una ciudad con mucha cultura de espectáculos, que somos muy exigentes y que nos gusta lo bueno.
El trato entre los artistas, me ha explicado, es el de una gran familia. Me asegura que parece un tópico pero, en el Gran Circo Mundial no lo es. Todos se ayudan y se preocupan unos de otros.
De repente sale un elefante.
Este año no han traído trapecistas, pero sus números no defraudan en absoluto, todo lo contrario.
Picasso es un malabarista de excepción. Su capacidad para manejar unas pequeñas pelotitas nos ha dejado a todos con la boca abierta y, a él, sobre todo.
Impresionantes también las hermanas Noelia y Natalia, con sus caballos o encima de los elefantes.
Henry clown, ha interpretado soberbiamente a un camarero muy especial y muy torpe, consiguiendo así carcajadas del público.
Parece imposible sorprender con un diábolo, pues eso lo ha conseguido Sidelnikov, un joven artista ruso que ha ganado varios premios con este número.
Sin duda alguna, a muchos nos gustaría conocer el truco que utilizan la pareja de artistas rusos, para cambiarse de ropa en apenas dos segundos.
La magia llegó de la mano de Flash Back Magic Show. Impresionante cómo introducía a una joven en una caja y la hacía desaparecer después de atravesarla con lanzas de fuego o, cómo conseguía que apareciera de repente, un cocodrilo.
Los Pepin León Trio, utilizaron huevos para demostrarnos su habilidad a la vez que nos hacían reir.
El payaso musical Dani León interpretó una conocida melodía con un rastrillo.
Dani procede de una saga de artistas tanto del circo como del teatro o del cine, como me explicó despues de la función, momento en el que tuve la suerte de fotografiarme con él.
Los Ernestos llegan, junto a sus perritos, montados en un trenecito procedentes de Paris.
El número más esperado por muchos de los asistentes, entre los que me incluyo, era el de Fofito con su hija Mónica Aragón.
Salieron a la pista gritando su archiconocidísimo “¿Cómo están ustedes?” a lo que el público respondió: “Bieeeeeen”, como era de esperar.
Cantaron muchas de las canciones que llevamos escuchando desde hace cuarenta años y realizaron algún número cómico.
Finalmente, un payaso inmenso fue hinchado para dar paso a todos los artistas que habían participado en el espectáculo y, todos a la vez, cantaron y bailaron la canción de despedida del Gran Circo Mundial.
La función había terminado, todos salimos con los ojos brillantes de alegría y emoción, pero, para mí, quedaba una foto por hacer.
Javier Almada, el gerente, me llevó a la parte trasera del circo, para que pudiera saludar a un ídolo de mi niñez: a Fofito.
Fue muy amable conmigo y yo se lo agradeceré siempre.
El jueves la sesión contará con personajes muy conocidos por nosotros los bilbainos. El jueves acudirán varios jugadores del Athletic. Seguro que será divertidísimo y entrañable.
Siempre os aconsejo visitar exposiciones, exhibiciones, espectáculos…Si os gusta el circo, no os perdáis el GRAN CIRCO MUNDIAL.
Fotos: Andoni Renteria.
Agradecimientos: A Jose María González (director del circo) Javier Almada (gerente) Dani Léon (artista) y, especialmente a Fofito.