DOS DE MAYO, FECHA PARA CELEBRAR.

 

El dos de mayo de 1874 Bilbao se consolidaba como villa liberal e invicta; aquel día se levantó el sitio que, durante la Tercera Guerra Carlista, enfrentaba a carlistas y liberales.

Durante más de dos meses la villa de Bilbao permaneció asediada, con problemas de abastecimiento y con la incertidumbre de no saber qué sucedería.

Finalmente, ese día volvieron las libertades que tan heroicamente defendieron unos mil “Auxiliares”, ciudadanos voluntarios que no solo luchaban por devolver la libertad a Bilbao, sino que jugaron un papel fundamental levantando la moral de los sitiados. Aquellos valientes que, tiempo después fundaron la Sociedad El Sitio, se convirtieron en un símbolo de la resistencia.

Años más tarde se festejaba tan laureada fecha con actos organizados por el propio Ayuntamiento y llegó a convertirse en una costumbre hasta la actualidad.

Sin embargo, el dos de mayo de 1902 sería diferente al resto de aniversarios; ya que en el consistorio bilbaíno no existía una mayoría, sino un gran número de minorías por lo que se hacía difícil llegar a un acuerdo en general y, para aquella celebración, en particular.

Se llevó a pleno la propuesta de festejos y, después de muchas horas de discusiones, decidieron no celebrar el aniversario de la liberación de Bilbao.

La Sociedad el Sitio, de espíritu liberal que había sido creada durante el asedio, no acató la decisión y se lo tomaron como un reto. El presidente de la sociedad buscó apoyo entre senadores, diputados, gobernadores, empresarios, banqueros y ediles para conseguir los permisos y el dinero necesarios.

El alcalde Villasante, estaba de su lado y se comprometió a participar en la procesión que, cada año, ascendía por las escaleras de Mallona hasta el cementerio donde se rendía un emotivo homenaje a los caídos por defender la libertad.

Días antes del dos de mayo, la Sociedad el Sitio, escribió un manifiesto en el que animaba a todos los vecinos de Bilbao a participar de la que esperaban fuese una manifestación grandiosa.

Finalmente, el dos de mayo llegó y fue un éxito rotundo. En el Kiosko del Arenal, a primera hora de la mañana sonaba la música, mientras por las calles del Casco Viejo y el Ensanche corrían los novillos.

La procesión dio comienzo a las ocho y media de la mañana y por la tarde se organizó una corrida de toros.

Durante la noche se celebró una verbena en el Arenal y una romería en la plaza Vieja.

Con aquellos festejos y actividades, aquel dos de mayo pasó a la historia como uno de los más celebrados y multitudinarios que se hizo realidad gracias al apoyo ciudadano.

Foto tomada en la procesión hasta Mallona del 2 de mayo de 1921. Propiedad del Archivo de la Fundación Sancho El Sabio.

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