A doce kilómetros de Bilbao se encuentra la villa de Ugao-Miraballes cuyos montes albergan restos de lo que fue el Cinturón de Hierro de Bilbao durante la Guerra Civil del pasado siglo.
En la VIII edición de la SEMANA HISTÓRICA DEL CINTURÓN DE HIERRO se había programado una visita teatralizada a través de una ruta circular que partía desde la plaza del Ayuntamiento del municipio.
A las once de la mañana del pasado domingo día 9 de junio, Iñaki García Uribe, montañero y etnógrafo miembro de la Sociedad Aranzadi y gran conocedor de la historia de las batallas que tuvieron lugar en esta zona, nos dio la bienvenida y nos explicó en qué consistiría la visita.
Comenzamos el camino hacia el monte un nutrido grupo de unas cuarenta personas. Subimos una cuesta muy empinada y, al llegar al primer fortín nos paramos y ahí, Iñaki, nos fue dando una serie de datos hasta que aparecieron unos gudaris con sus armas y, tras explicarles quiénes éramos, se ofrecieron a hacernos de guías por los diferentes escenarios que, actualmente, se pueden ver pero que hasta hace unos años se mantenían cubiertos por maleza o tierra y pocos sabían de su existencia.
Nos invitaron a introducirnos en las trincheras e imaginar lo que vivieron aquellos hombres hace más de ochenta años.
Continuamos el recorrido por un sendero que nos acerca a otro fortín. Uno de los soldados nos indicó que en aquella época no existían los árboles que vemos ahora delante de nosotros facilitando la visibilidad del enemigo.
En el tercer fortín nos esperaban varios integrantes de este grupo. Observamos que contaban con muchos objetos para hacerles la vida un poco menos dura, como un tocadiscos o un juego de ajedrez, además de un capellán que les ayudaba a poner su alma en orden.
En una esquina de la trinchera, uno de los actores interpretaba al encargado de entregar las pagas quincenales que recibían del Gobierno Vasco y que solía ser de unas diez pesetas al día. También era quien repartía los paquetes que llegaban de las familias con comida u objetos personales para los soldados.
Antitanques, morteros, sacos terreros, fusiles, proyectiles…elementos propios de las guerras que, afortunadamente, la mayoría de nosotros no había visto en la vida, nos dieron una idea de lo que se padeció tan cerca de nuestros hogares hace más de ocho décadas.
A través de una grabación escuchamos un parte de guerra que recibió el Comandante al mando.
Quedaba poco para finalizar la visita y comenzamos el camino de regreso al pueblo donde nos esperaba la escena más emotiva de todas: un hospital de campaña donde un médico y varias enfermeras de la Cruz Roja, atendían a varios niños y se les extendía unos certificados de buena salud para que pudieran embarcar con destino a Inglaterra y alejarlos, de esta manera, del horror pero, tristemente, también de sus familias.
La visita terminó dejando un sabor agridulce en todos los asistentes. Por un lado habíamos disfrutado de dos horas imbuidos en un teatro, por otro se nos había encogido el corazón imaginando lo dura que fue aquella contienda y los cientos de miles de personas que perdieron la vida en ella.
Ojalá lo más cerca que estemos de esto sea a través de unos actores.
Muchas gracias al Grupo de Recreación Frentes de Euzkadi, a Lubakikoak, al Museo Memorial del Cinturón de Hierro de Berango, al grupo Burdin Hesia Ugaon, al Ayuntamiento de Ugao-Miraballes y, por supuesto, a Iñaki García Uribe.
FOTOS: ANDONI RENTERIA.