Dicen, los que lo conocen bien, que el Monte Gorbea desprende magia y que, si lo escuchas, te contará cientos de historias y leyendas sobre él.
Eso es lo que opinan amantes de este monte sagrado como Iñaki Garcia Uribe, un enamorado del Gorbea y de sus cuentos, tanto como para organizar un espectáculo llamado KONTUAK ETA KANTUAK, en el cual él mismo nos narra magistralmente varias de estos relatos que han llegado a nuestros días gracias al “boca oreja” de nuestros antepasados; algunas datan de hace seiscientos cincuenta años.
Pero, Iñaki no está solo, junto a él otro apasionado del monte, nacido en Zeanuri y gran conocedor de sus rincones pero, sobre todo, un artista en mayúsculas Gontzal Mendibil.
Ayer, el Salón de Actos del Centro de Formación Profesional de Llodio, estaba a rebosar. Más de doscientas personas nos dimos cita para disfrutar de este espectáculo tan original como emotivo.
Iñaki nos relataba con gran sentimiento cuentos de personas o de seres mitológicos que, a lo largo de la historia, han visitado, conocido o formado parte del Gorbea.
Gontzal, con su guitarra, su harmónica y su melodiosa voz nos hacía estremecer, mientras en una pantalla se proyectaban imágenes bucólicas de este santuario de la naturaleza.
Pero, no estaban solos; El coro Los Arlotes de Laudio les acompañaban interpretando varias canciones; algunas muy conocidas por todos los asistentes.
Hubo tiempo para un merecido homenaje a Joselin Solaun, músico de este pueblo alavés, que fue quien recopiló letras de canciones compuestas por otro gran músico: Ruperto Urquijo y, además, el que convirtió a Los Arlotes en el magnífico coro que es hoy.
En el escenario la viuda que, a sus 97 años, lucía un estupendo aspecto, y sus hijos a los que se les entregó, por parte de la organización, un ramo de flores y una placa conmemorativa. Fue un momento muy emotivo ver a esta mujer recoger el éxito y cariño cosechado por su esposo fallecido hace muchos años y ver cómo el resto de la familia, sentada en el patio de butacas, se emocionaba con ella.
El encargado de ofrecer estos regalos fue Félix Mugurutza, integrante de Los Arlotes y miembro de Euskaltzaindia, quien también amenizó el espectáculo con anécdotas muy divertidas e interesantes.
Quedaba poco para finalizar y, al coro de voces masculinas, se unió la Coral Andere para, juntos, interpretar la famosa canción “En el monte Gorbea” que, inicialmente, se llamó “Lusiano y Clara”.
El alcalde quiso sumarse a esta iniciativa y subió al escenario para agradecer la asistencia a los vecinos y foráneos que habíamos acudido hasta allí para aprender más de esta montaña y para disfrutar con la buena música.
Terminado el espectáculo me acerqué a saludar a Gontzal Mendibil quien, amablemente, charló unos minutos conmigo y aceptó posar para una foto que guardaré siempre con mucho cariño; como guardaré en mi corazón lo que me hicieron sentir sus canciones y las notas de su guitarra.
Otra imagen entrañable fue la tomada junto a Iñaki García Uribe al lado de una réplica de la majestuosa cruz del Gorbea.
Solo me queda agradecer la invitación por parte de Iñaki y pedirle que siga contándonos cuentos del Gorbea y su entorno.
FOTOS: ANDONI RENTERIA.