EL MUSEO DEL ATHLETIC

Desde hace más de cien años, el Athletic Club de Bilbao atesora muchos objetos relacionados con el equipo rojiblanco y con su historia, como trofeos, regalos de otros equipos o piezas donadas por los jugadores de todos los tiempos. Pero, hasta 2003 no se constituyó como museo con sede en el antiguo San Mamés. Catorce años después ocupó una parte importante del nuevo estadio, con unas instalaciones que sorprenden al visitante nada más cruzar el umbral y atravesar la tienda donde se pueden adquirir esos artículos relacionados con el club que tanto gustan a los aficionados.

Para acceder al museo propiamente dicho hay que descender por unas escaleras mecánicas, a la vez que el himno del club se escucha mientras notas cómo la emoción flota en el ambiente y la sientes por todo tu cuerpo. Y, como me explicó su director Asier Arrate en mayo del pasado 2021, esa emoción la perciben incluso los que nada tienen que ver con el Athletic Club; esos turistas que se acercan hasta aquí a pesar de no ser aficionados de nuestro club, pero que lo admiran y respetan.

El espíritu y sentimiento Athletic se respira por todos los rincones del museo. Lo primero que recorre el visitante es una zona con vitrinas que contienen objetos de gran valor sentimental como los guantes de El Chopo, las botas del legendario Telmo Zarra, el bombín de Mr. Pentland o un cuadro pintado por Lola Flores; así como camisetas de todas las temporadas, revistas, fotografías, copas…La gran mayoría de estos objetos han sido donados por los propios jugadores, por sus herederos o por los aficionados. Uno de los pasillos es especialmente conmovedor ya que, en sus paredes, se encuentran impresos los nombres de todos y cada uno de los socios desde la constitución del club.

Otra sección rinde un sincero homenaje a la prensa mostrando micrófonos, radios, televisores o máquinas de escribir mientras se escuchan algunas de las más destacadas retransmisiones deportivas. La afición y las peñas, tan importantes para cualquier equipo, ocupan también su espacio de honor en este museo con recuerdos cada cual más increíble. El museo ha querido, también, poner en valor al equipo femenino contando su historia y exhibiendo imágenes y piezas de las “leonas”

No hay duda de que es un recorrido muy emotivo para los amantes del fútbol y, sobre todo, para los aficionados que lucen con orgullo los colores rojo y blanco y que aseguran que el Athletic es más que un club, es un sentimiento que no entiende de edades, de sexo e, incluso, de geografía.

De la mano de su director y durante algo más de hora y media, fui disfrutando de todo lo que iba observando, además de escuchar su relato y sus explicaciones que me emocionaban y me llenaban de orgullo sabiendo que soy parte de esos miles de aficionados que amamos a un club centenario que tantas alegrías nos ha dado y que, a pesar de que también nos ha hecho sufrir, ahí se mantiene la afición.

Y, como no podía ser de otra manera en los tiempos actuales, el museo, en un alarde de tecnología, ofrece divertidos juegos interactivos, videos de grandes momentos, imágenes desconocidas o concursos de preguntas para aprender muchas curiosidades del club desde su fundación en 1898. Los más osados pueden, incluso, intentar marcar un gol al legendario portero Iribar.

Asier me mostró los vestuarios y la sala de prensa, donde te permiten sentarte en el lugar donde lo hacen los jugadores o el entrenador cuando ofrecen declaraciones en una rueda de prensa. Pero, si hay algo que impresiona al visitante, es acceder al campo por el túnel del vestuario, subir las escaleras y pisar el césped imaginando los gritos de animación de las más de cincuenta y tres mil personas que ocupan las gradas un día cualquiera de partido. Otro emblema de La Catedral es, sin duda, el busto de Pichichi que ocupa un lugar preferente a la salida de los vestuarios y donde es tradición que el equipo que visita por primera vez San Mamés, realicé una ofrenda floral.

Cuando estás abajo, pisando la hierba, la vista se te va a la cubierta, esa ingeniosa obra que logra que los rayos de sol se cuelen para aportar luz, pero, a su vez, protege a los miles de aficionados en esos días lluviosos que tan bien conocemos los bilbaínos.

El museo ofrece dos tipos de tours: uno con guía profesional en un grupo y otro con una audioguía en varios idiomas de manera libre.

Os dejo el enlace directo a la página del museo donde podréis obtener más información.

Athletic Club Museoa

Termino dando las gracias a su director, Asier Arrate, por su tiempo y sus detalladas explicaciones.

 

FOTOS: ANDONI RENTERIA