Hoy 5 de enero, sus majestades, los Reyes Magos, han llegado a Bilbao con el semblante alegre y con muchos regalos para todos los bilbainos.
Yo no quería perdérmelo y he acudido a la Gran Vía, cerca del palacio de Diputación, para ver pasar a toda la comitiva.
Mientras esperaba un grupo de carteros iban recogiendo las cartas de aquellos que, por alguna razón, no habían podido mandárla antes.
Los primeros del desfile han sidos nuestros queridos bomberos que iban haciendo sonar las sirenas, anunciando la llegada de tan ilustres personajes.
De repente aparece una colorida estrella guiando a los magos hasta nuestra ciudad.
Varios aldeanos desfilando con unos bueyes muy curiosos.
Una máquina en la que se podían ver los nombres de los niños y la nota de su comportamiento.
Por supuesto los regalos también desfilaban.
Una inmensa bola como un pisapapeles arrojaba nieve.
Yo he disfrutado como una niña.
El “Funi” venía cargado de los personajes de Barrio Sésamo.
El primero en aparecer, como siempre, ha sido Melchor.
Le seguia Gaspar y todo su séquito
Y, terminando este mágico y colorista desfile, el más aclamado: Baltasar.
El momento más divertido ha sido cuando arrojaban caramelos desde una gran máquina.
De Gran Vía me he dirigido hacia el Ayuntamiento donde tendría lugar el saludo a todos los bilbainos desde el balcón del Salón Árabe.
En la orilla de Uribitarte he podido disfrutar de los fuegos artificiales y de cómo el alcalde Sr. Aburto e Itziar Urtasun, concejala de fiestas, recibían a estos personajes queridos por todos los niños.
Han accedido al interior del edificio para, minutos después, asomarse al balcón y saludar con un breve discurso a todos los que alli permaneciamos a pesar del frío.
Muchos de los asistentes, después de pasar horas en una inmensa cola, entrarían a saludarles en persona. Yo me he marchado con el corazón muy feliz sabiendo que tantos niños y niñas dormirán ilusionados pensando en los obsequios de mañana.
FOTOS: ANDONI RENTERIA.