LA AMATXU DE BEGOÑA EN ALMÁCIGA

De sobra es conocida la admiración y cariño que todos los vizcaínos profesamos a la Virgen de Begoña, nuestra amatxu. Lo que muchos ignoran es que no somos los únicos que la adoramos. Existe un pequeño pueblo costero en Santa Cruz de Tenerife llamado Almáciga donde la amatxu ejerce de patrona de la localidad.
La historia es, cuanto menos, curiosa.
La tarde del 27 de agosto de 1948 treinta y cinco peregrinos de la Acción Católica de Bilbao viajaban a bordo del vapor “Aragón” rumbo a Santiago de Compostela con motivo del Año Santo Jacobeo.
Llevaban comida y varias botellas de vino para el viaje; a la altura del cabo Villano en el municipio de Camariñas (A Coruña) al joven Martín Valle se le ocurrió arrojar un mensaje al mar.
A sus compañeros les pareció una gran idea y se pusieron manos a la obra. En el reverso de una tarjeta escribieron lo siguiente:
“Santiago y cierra España” “Ave María Purísima”
En el Vapor Aragón a 27 de agosto de 1948
35 peregrinos de la Acción Católica de Bilbao a Santiago de Compostela saludan a los que encuentren este mensaje y piden al Señor encontrarse en el cielo.


Para finalizar, firmaron todos los miembros del grupo de peregrinos.
Además del papel con el escrito decidieron introducir en la botella estampitas de la Virgen de Begoña a quien habían proclamado patrona de aquella peregrinación.
Cerraron herméticamente la botella con cera de una vela y el Consiliario Don Eugenio Rodríguez fue quien lanzó la botella por la borda.

Ocho meses después, concretamente el 29 de abril de 1949, Eusebio Sosa y su esposa Benita Izquierdo salen al amanecer, de Almáciga hacia Benijo donde tienen sus tierras de cultivo. El camino lo hacen por la playa y es entonces cuando Eusebio al que todos llaman Domingo, observa algo brillante en uno de los charcos formado en la arena. Se acercan y descubren una botella con unos papeles dentro. Rompen el cristal allí mismo y sacan las estampas junto con la tarjeta. Ellos no sabían leer por lo que no pudieron descifrar lo escrito.
Durante todo el día realizan sus tareas en el campo hasta que vuelven a Almáciga, su pueblo, y deciden mostrar lo encontrado a la maestra Doña Clotilde.
En ese momento, al escuchar de boca de la profesora lo que estaba escrito, todos se emocionan y se reparten las cinco imágenes. Dos para el matrimonio que halló el tesoro, otra para la maestra, otra para el cura y la última para alguien muy querido en el pueblo: el padre jesuita Santiago Andrés.
Doña Clotilde, a instancias del resto, escribe a Martín Valle a la dirección indicada en la tarjeta para solicitarle si fuese posible, un cuadro o una imagen de la virgen de Begoña para colocar en la ermita del pueblo.
Días más tarde esa carta la recibe Martín en Bilbao y, desde ese instante, comienza un intercambio de mensajes y un creciente interés tanto por la virgen por parte de los canarios, como por ese pequeño pueblo canario por parte de los bilbaínos.
Se envían desde Bilbao muchas estampas y medallas de la “Amatxu”.


Todo sale a la luz pública por un artículo que publica LA GACETA DEL NORTE en el que el jesuita Andrés de Aristegui cuenta la historia.
Los jóvenes del Centro de Acción Católica se movilizan.
Hubo un momento de incertidumbre cuando el cura Don Isidoro junto con otras personalidades determina que la imagen que llegue desde Bilbao debería ser venerada en la parroquia de Taganana por ser más importante que la humilde ermita de Almáciga. Pero, los bilbaínos implicados en este cometido, dejan claro que la virgen irá al pueblo donde fue encontrada la botella.
Gracias a las donaciones de muchos bilbaínos la imagen de la virgen de Begoña alcanza la costa canaria el 6 de mayo de 1950 en el barco MONTE URQUIOLA, donde también iban Don Joaquín Galarza y Don Eugenio Rodríguez, así como las camareras de la virgen.
El recibimiento fue multitudinario y la amatxu fue acogida en la parroquia de La Concepción de Santa Cruz de Tenerife, desde donde salió días más tarde para subirla al barco de Ismael y realizar el recorrido hasta su destino final: el pueblo de Almáciga; donde, expectantes e ilusionados, esperaban todos los habitantes del pueblo con las autoridades al frente y, por supuesto, los protagonistas de esta bonita historia: el matrimonio que localizó la botella y la maestra que leyó su contenido.
Los niños vestidos para esta importante ocasión gritaban: “¡Ya es nuestra, ya es nuestra!”.
Los hombres la cogieron a hombros y la trasladaron a la ermita donde, a partir de ese momento, obtuvo la categoría de patrona de Almáciga.
Una semana duraron los actos para agasajar a la virgen y a los bilbaínos llegados hasta aquí. En ese tiempo, vuelve a surgir el tema de que la imagen debería ser colocada en la ermita de Taganana. El asunto quedó zanjado con un mensaje llegado desde Bilbao insistiendo en que el lugar donde fue encontrada la botella era Almáciga, los almacigueros fueron quienes la solicitaron y allí es donde debía permanecer la virgen de Begoña.
Tampoco faltaron las guardias que los vecinos tuvieron que hacer para que nadie osara arrebatársela.
En el año 2006 comenzaron las obras del nuevo templo de la Virgen de Begoña de Almáciga sufragado con diversos donativos como por ejemplo los 18000 euros aportados por la Cofradía de Begoña en Bilbao.


Setenta años después de que las estampas de la virgen aparecieran en una playa a 2000 kilómetros de distancia de nuestra villa, el próximo 1 de junio se abrirá al público este templo y será bendecido por el obispo auxiliar de Bilbao, Joseba Segura. Miembros de la Cofradía de Begoña asistirán a la ceremonia y celebrarán, con este logro, el V centenario de la cofradía.
Existe una lista en la cofradía donde puede apuntarse todo el que quiera acompañar la expedición ese día y asistir a la que denominan “tercera bilbainada” después de las dos primeras, que fueron el lanzamiento de la botella y el envío de la imagen de la virgen doce meses más tarde.
Hace unas semanas Javier Diago Elorduy, Presidente de la Cofradía de Begoña, presentó a la prensa esta convocatoria con la asistencia de José Luis Ausín, uno de aquellos jóvenes peregrinos que iban en el barco rumbo a Santiago.

 

Fotos de la rueda de prensa: Andoni Renteria
Resto de fotos: Cofradía de Begoña.

11 de Octubre, día de la Amatxo.

Una de las fiestas más esperadas por los bilbainos es el 11 de octubre, ya que se celebra Nuestra Señora de Begoña o, como todos la conocemos, nuestra amatxo.

Desde muy temprano, en los alrededores de la basílica, la actividad es intensa. Todo debe estar perfecto para cuando lleguen los primeros devotos de la virgen.

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Durante todo el día hay diversas misas en honor de la moradora de la basílica y patrona de Bizkaia. Tampoco faltan atracciones para los más pequeños, con el Gargantua como principal protagonista.

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En Bilbao nos gusta comer, eso es conocido por todos; como también sabemos que existen tradiciones que no se pueden perder, como el talo con chorizo, las rosquillas o el pastel vasco.

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A las 11 de la mañana, con un radiante día de sol, he llegado a la explanada de la basílica y lo primero ha sido colocarme el pañuelo que, amablemente, me ha entregado un joven que los repartía.

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En la basílica se celebraba una multitudinaria misa y, entre tanta gente, he podido observar la emoción y el sentir de los asistentes. La virgen de Begoña es muy querida y venerada en Bizkaia pero, sobre todo, en nuestra villa.

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A las doce del mediodía ha actuado la Banda Municipal de Bilbao pero, no he podido quedarme, ya que debía bajar al Casco Viejo, concretamente a la calle Pelota, donde se iba a realizar una ofrenda floral a la virgen cuya imagen se encuentra en la fachada del edificio de La Bolsa.

Cuando he llegado ya estaba todo preparado; la música de los txistularis, con el gran Mikel Bilbao a la cabeza, resonaba por las calles adyacentes.

Las bilbainadas han corrido a cargo del grupo Los Arlotes de Llodio.

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Este acto se enmarca dentro de la Txikiteroen festa, fiesta de los txikiteros que, este año, ha durado nueve días llenos de actividades relacionadas con esta manera ancestral de relacionarnos con un vaso de vino en la mano mientras entonamos diversas canciones populares.

Pero, no solo son flores lo que se ofrece a la virgen, también el primer mosto de las uvas del Bizkaiko txakolina allí mismo prensado, le ha sido entregado.

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En una plataforma, adecuada para esta ocasión, han subido a entregar los obsequios.

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Posteriormente, los bilbainos que así lo deseaban, han podido acercarse con sus flores, en su mayoría rojas y blancas, para agasajar a la amatxo.

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Petiso, ha interpretado una tradicional canción a la Virgen, como lleva haciendo desde hace varios años.

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Para finalizar este acto tan entrañable qué mejor manera que hacerlo con la tarta que lleva el nombre de nuestra amatxu: La tarta Begoña ofrecida por el gremio de pasteleros de Bizkaia regada con el recién obtenido mosto.

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Jon Aldaiturriaga, gerente de la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo, ha ejercido de maestro de ceremonias y ha agradecido la asistencia a este acto tan bilbaino que, cada año, reune a más gente.

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He pasado una fantástica mañana cumpliendo la tradición de celebrar el día de la Virgen de Begoña rodeada de maravillosos amigos.

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FOTOS: ANDONI RENTERIA.

 

 

 

VIRGEN DE BEGOÑA, PATRONA DE BIZKAIA

En el año 1738 las Juntas Generales en Gernika, decidieron dar a la Virgen de Begoña el tratamiento de Patrona y Abogada del Señorío de Bizkaia. Pero no fue hasta 1901 cuando el alcalde de la anteiglesia de Begoña, Don Carlos M. de Orue y el párroco Don Juan Cruz de Unceta comenzaron las gestiones necesarias para que la reconocieran como tal en la Santa Sede.
Dos años más tarde, exactamente el 21 de abril de 1903, siendo papa León XIII, la Virgen de Begoña fue declarada patrona de Bizkaia por la Sagrada Congregación de Ritos.
Tamaña decisión causó gran revuelo y alegría en la provincia, tanto entre los ciudadanos como entre los diputados quienes trazaron un plan de festejos y actos por todo el territorio bizkaino, aunque se decidió por consenso que el punto central de las celebraciones fuese Bilbao.
Se planearon, para el mes de septiembre, carreras de novillos embolados, verbenas, corridas de toros con las máximas figuras del momento, romerías, regatas en la ría y muchas actividades más. Sin embargo, el entusiasmo les duró hasta el pleno del 19 de agosto celebrado en el Ayuntamiento de la villa, cuando surgieron voces opuestas como las de los concejales socialistas Perezagua y Carretero quienes rechazaron enérgicamente este tipo de manifestaciones tan contrarias al espíritu democrático y liberal de la villa con lo que, finalmente, se desestimó la ayuda solicitada por la Diputación al Consistorio.
Esta decisión fue celebrada por socialistas y republicanos pero entristeció y enfadó a monárquicos y nacionalistas.
También desanimó a barraqueros y hosteleros que se las prometían muy felices pensando en sus negocios.
Finalmente, la Diputación, suspendió todos los festejos previstos en Bilbao y los programó para Gernika, Durango, Markina y Balmaseda.
Sea como sea, con festejos o sin ellos, la virgen de Begoña es la Amatxu de todos los bizkainos y, cada 11 de octubre, celebramos su día.

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