Hoy he asistido a una cabalgata muy especial que no saldrá en prensa ni en televisión.
Una cabalgata en la que no había confetis, ni caramelos, ni camellos, ni carrozas de ensueño… pero sí había algo muy importante: había ternura. Grandes dosis de ternura.
La cabalgata de la Casa de la Misericordia en Bilbao la organiza todos los años la Academia del Cerdo “Txarriduna”. Ellos son los encargados de llevar un rato de alegría e ilusión a los residentes.
A las cinco de la tarde, sus majestades Melchor, Gaspar y Baltasar acompañados de sus pajes, estaban preparados para desfilar por los pasillos de tan venerada institución, para entregar regalos y, sobre todo, sonrisas y caricias a todos los que allí esperaban la llegada de los magos.
Antes de salir nos hemos tomado unas fotos para el recuerdo y, por supuesto, ha habido tiempo para el buen humor.
Mikel Bilbao ha sido el encargado, con su txistu, de amenizar la cabalgata, junto con el grupo de gaiteros OS AGARIMOS de Masustegui.
Las cuidadoras han animado con sus bailes y su simpatía.
Todo el personal de la institución se ha portado maravillosamente con nosotros, con sonrisas y palabras amables.
El recorrido por todas las estancias ha durado algo más de una hora que se nos ha hecho muy corta, porque realmente lo hemos disfrutado viendo a los ancianos disfrutar.
También hemos visitado la cocina donde su personal ha posado para una foto muy entrañable.
Realmente, no se me ocurre mejor manera de pasar una tarde de Reyes, que haciendo un poquito más feliz a estas personas que ya no tienen la vitalidad que tenían hace años pero que, en sus ojos, se puede ver agradecimiento.
Gracias a la Academia del Cerdo “Txarriduna” por ofrecerme la posibilidad de asistir y por realizar estas magníficas acciones sociales.
FOTOS: ANDONI RENTERIA.
Precioso reportaje. Cómo me alegro por esos abueletes que están alli y que llevan ese niño dentro de si. Cuántos momentos preciosos vividos…Un beso Esme por tus ganas y esfuerzo a diario por tu blog y por todo.
Muchas gracias, Marian. Fue una tarde inolvidable, te lo puedo asegurar.
Que bueno!! No hay nada mas gratificante que ver a los abuelos con esa alegria en los ojillos y darles la alegria de que tengan esa visita tan original y que pasen una tarde agradable. Gracias Esme por el reportaje
Es nuestra obligación darles un poquito de alegría porque ellos han aportado mucho a la sociedad que tenemos.
Yo antes cuando había niños sabia que los Reyes Magos iban por allí pero no tenia conciencia de que ahora también iban de lo cual me alegro ellos son los los niños màs grandes y que a veces nos olvidamos de ellos .
Es una buena iniciativa