En Alameda Rekalde número 34 un edificio destaca entre otros. Declarado Bien de Interés Cultural, la denominada “Casa Gaudí” es, realmente la casa Montero, proyectada por dos arquitectos: Luis Aladrén, quien estuvo al cargo de la obra durante diez años pero no pudo terminarla por problemas de salud y Juan Bautista Darroquy, quien finalizó la obra y le confirió ese aspecto singular que luce hoy en día.
Quizá lo más destacable de esta casa sea la decoración de la fachada en un estilo modernista que hace recordar al Art Nouveau francés o al modernismo belga. Para su construcción se utilizaron materiales tan diversos como: estucos, ladrillos de colores, piedra de sillería, hierro para las barandillas y, por supuesto, madera. Está considerada como la de mayor calidad en su estilo de las que se conservan en la villa y, además, se ciñe absolutamente a los mandatos municipales sobre edificación en el Ensanche. Quizá haya quien no esté de acuerdo con esta afirmación, pero de lo que no hay duda es que se trata de un edificio de gran relevancia dentro del patrimonio arquitectónico de Bilbao.
Fue diseñada con cinco plantas y sótano; pero, en 1908, el arquitecto Ignacio María Smith, levantó un piso más. En la fachada, reformada hace unos años, se puede observar un predominio de las líneas curvas. Otros elementos característicos de este inmueble son sus miradores en chaflán en la esquina con la calle Colón de Larreategui, la abundante decoración con azulejos coloristas, los trazados metálicos y los adornos de carpintería. La piedra ornamental de la fachada simula unos tallos de flores y sus balconadas cuentan con motivos vegetales. No le faltan ménsulas o canes para dar al conjunto un toque bucólico. Uno de los elementos más destacables es la puerta giratoria de acceso a la casa con un mecanismo único en el mundo que permite ser plegada según las necesidades.
A principios de 1981, al inicio de las obras de remodelación del campo de fútbol de San Mamés motivadas por el Mundial del 82, se ubicó la sede del Athletic Club en el segundo piso de esta casa; hasta que en 1988 se trasladó al Palacio Ibaigane.