LAS EMPRESAS DE BIZKAIA PREMIADAS

Eran las seis y media de la tarde de ayer, treinta de marzo y el hall de Itsasmuseum se convirtió en la antesala de la gala, donde todos nos saludábamos ocultando nuestra sonrisa tras la obligada mascarilla, pero con los ojos brillantes por la ilusión de reencontrarnos en este esperado evento tras dos años de parón forzoso por las circunstancias pandémicas.
Los primeros en llegar fueron Igor Vega, Presidente de Bizkaired y Maider Viteri, Secretaria General de esta asociación empresarial que se creó hace quince años y que, desde entonces, ha generado sinergias mejorando la acción comercial de más de dos mil empresas en Bizkaia.

Cada año se celebra una ceremonia donde se entregan unos premios como reconocimiento a las empresas que han destacado por su innovación, sostenibilidad, internacionalización…
El gran txistulari Mikel Bilbao, habitual en los mejores eventos bilbaínos, animó la llegada de los invitados con su música.

Los encargados de presentar la gala fueron Jorge Aio y Olga Zulueta de la Asociación de Comerciantes Bilbaocentro. Ellos, con su desparpajo y sentido del humor habitual, ejercieron muy bien su papel de maestros de ceremonias y explicaron que, en esta ocasión, los premios correspondían a los pasados años 2020 y 2021, que no se pudieron llevar a cabo por las restricciones sanitarias.

Jon Ruigomez, Director de Itsasmuseum, dio la bienvenida a todos los asistentes y comentó cuáles eran las funciones de la entidad que representa: como la de conservar el patrimonio, promover su conocimiento, trasmitirlo a las nuevas generaciones o facilitar el acceso universal a la cultura, algo común a todos los museos. Respecto a Itsasmuseum, aseguró que les encanta compartir su espacio con los valores promovidos por las personas que iban a ser premiadas. Terminó agradeciendo y felicitando a los miembros del jurado y a los galardonados, respectivamente.

Igor Vega, por su parte, manifestó su agradecimiento a todas las empresas colaboradoras y a los patrocinadores de los premios, sin los cuales hubiera sido inviable la realización de este acto. Se mostró feliz por haber podido organizar esta edición de los premios BIZKAIRED después de dos años y felicitó a todos los premiados.

El concejal del Ayuntamiento de Bilbao, Xabier Ochandiano también puso en valor el gran potencial de las empresas del territorio y felicitó a todos los galardonados.

(Foto cedida por Bizkaired)

(Foto cedida por Bizkaired)

El artista multidisciplinar, Mikeldi Donibane, fue quien diseñó los trofeos consistentes en veinte obras, donde ha reflejado en cada una de ellas un trocito de la ría y de nuestra costa.

La lista de los premiados es la siguiente:

EN EL AÑO 2020
HONORÍFICO – SIMBÓLICO: Personas, entidades y empresas que lucharon contra la pandemia.
EMPRENDIMIENTO: Jon Zulueta
INNOVACIÓN: Dronak
GESTIÓN: CIE Automotive
TRAYECTORIA PROFESIONAL: Javier Ormazabal
INTERNACIONALIZACIÓN: Zunibal
SOSTENIBILIDAD: Unesco Etxea
SOLIDARIO: La Gota de Leche
ESPECIAL BIZKAIRED: Food for Heroes Bizkaia

EN EL AÑO 2021

HONORÍFICO: D.Iñigo Urkullu
EMPRENDIMIENTO: Tokitu
INNOVACIÓN: Euskape
GESTIÓN: Administración de lotería Ormaetxea
TRAYECTORIA PROFESIONAL: Pedro Campo
INTERNACIONALIZACIÓN: GHI Hornos industriales
SOSTENIBILIDAD: GREENKw
INTEGRACIÓN SOCIAL: Grupo Urbegi
SOLIDARIO: Isidro Elezgarai
ESPECIAL BIZKAIRED: Juan de la Herrán
INSTITUCIONAL: Parque Tecnológico de Bizkaia

Al terminar, hubo tiempo de sacar unas fotografías para el recuerdo y tomar un delicioso cóctel.

(Foto cedida por Bizkaired)

(Foto cedida por Bizkaired)

(Foto cedida por Bizkaired)

LAS FOTOS SON DE ANDONI RENTERIA, EXCEPTO LAS QUE HE ESPECIFICADO QUE SON CEDIDAS POR BIZKAIRED.

CONSULADO DE BILBAO EN ITSASMUSEUM

Hoy, 1 de febrero la Diputada Foral de Euskera, Cultura y Deporte, Lorea Bilbao y Jon Ruigómez, Director de Itsasmuseum, han presentado a los medios de comunicación una nueva zona expositiva dedicada al Consulado de Bilbao, institución que se creó el 22 de junio de 1511 y se mantuvo durante más de trescientos años. Originariamente se denominó Casa del Mar y Casa de Contratación de Bilbao que, en la actualidad, conocemos como Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Bilbao.
Tuvo mucha relevancia en la historia y el progreso de la villa, ya que se encargaba de regular el tráfico comercial marítimo; así como de agrupar a los mercaderes, transportistas y maestres de las naos. Estuvo ubicada en un edificio anexo a la iglesia de San Antón. Todo su mobiliario se ha conservado en Euskal Museoa hasta hace unos meses que han comenzado las obras de remodelación y ampliación.

A partir de hoy podremos disfrutar en la planta baja de Itsasmuseum, en un espacio de trescientos metros cuadrados, de varios objetos, documentos, mobiliario y obras de arte pertenecientes al desaparecido Consulado de Bilbao y que, algunos, fueron creados a mediados del siglo XVIII.

Llama la atención un conjunto de armarios policromados en madera y hierro que sirvieron de archivo y fueron realizados por el maestro ensamblador Joaquín de Echeverría en 1761. También destacan los bancos de la Sala de Audiencias, la talla de Nuestra Señora de la Consolación y un panel de retablo del siglo XVI pertenecientes a la capilla que el Consulado poseía en la iglesia de San Antón.

En una de las paredes cuelga el “Mural para el petrolero Bilbao” de 1962, pintado por el artista bermeano, José María de Ucelay.
Repartidas por la sala, alrededor de la falúa (embarcación utilizada por miembros del Consulado), han colocado varias maquetas que recrean el Bilbao del siglo XVI.

Tanto Lorea Bilbao como Jon Ruigómez han destacado la importancia de las sinergias y colaboraciones entre museos e instituciones que hacen posible una exposición como la que hoy se ha inaugurado. Al acto han asistido, además de ellos, la Directora de Euskal Museoa, Sorkunde Aiarza, el Presidente de la Cámara de Comercio de Bilbao, José Ángel Corres, el Técnico de Cultura del Ayuntamiento de Bilbao, Iñaki López de Aguileta, además de varios restauradores y técnicos de los dos museos que han tomado parte en la instalación de esta magnífica exposición.

Os animo a que conozcáis más sobre esta parte de la historia de nuestra villa y os acerquéis hasta Itsasmuseum.

FOTOS: ANDONI RENTERIA

LA FALUA

Cuatro siglos atrás, en aguas de la ría, hubo una embarcación que destacaba por su elegancia, su colorido y por las personas a las que transportaba: la falúa del Consulado de Bilbao. Utilizada por las autoridades para desplazarse por la ría en actos protocolarios o festivos, se construyó para dar boato a las fiestas barrocas del siglo XVII, que empezaban a decaer debido a que los bilbaínos estaban más preocupados por la actividad mercantil que por el jolgorio.
La primera fecha en la que se utilizó, de la que se tiene constancia escrita, fue en 1670 cuando el cónsul holandés llegó a Portugalete y, desde allí, se le trasladó a Bilbao en la elegante falúa impulsada por veinte remeros.
Su mantenimiento consistía en un tratamiento a base de sebo que la protegía de la sal y la humedad. Además, se solía guardar en una lonja en la zona de la calle Ripa para su mejor conservación.
Nunca faltaba en la celebración del Corpus Christi, la fiesta más importante de la época. Su aspecto majestuoso y pulcro destacaba entre todas las embarcaciones. En la popa disponía de una carroza cubierta decorada con telas bordadas muy vistosas. En una mesa se disponían las viandas y las bebidas que disfrutaban los invitados mientras los alguaciles y criados navegaban a su lado en pequeñas chalupas. Aquello era todo un espectáculo, una demostración del poderío económico de unos pocos, frente a los humildes bilbaínos que observaban el dispendio desde las orillas de la ría.

En 1680, durante una de las crecidas de la ría, la falúa, inactiva en ese momento, fue a la deriva golpeándose contra los márgenes. Afortunadamente, las telas y brocados que la decoraban, no sufrieron daños, ya que siempre se recogían cuando la barca no era utilizada.
Todo esto sucedía en el siglo XVII. Sin embargo, comenzado ya el siglo XVIII, las alusiones a la falúa no mencionan ni la carroza ni los elegantes detalles decorativos, por lo que hace pensar que abandonó su actividad ceremoniosa y solemne para dedicarse a tareas más mundanas.
Actualmente, se puede ver una réplica en el itsasmuseum de Bilbao, que fue construida en el año 1999 por el modelista naval y carpintero de ribera, José Luis González, por encargo de la propia Fundación del Museo.

FOTO: ANDONI RENTERIA