Es dificil resistir la tentación de acudir a la cita de todos los 21 de diciembre. Santo Tomás es algo más que un feria o un mercado; es un día para reunirse con amigos, familia o compañeros de trabajo en un ambiente festivo rodeados de música vasca, exquisitas viandas y miles de litros de txakoli o sidra.
Además, es una buena ocasión para adquirir aquellos productos que degustaremos en la cena de Nochebuena.
También podemos disfrutar viendo deporte rural o escuchando a algún grupo de música en directo.
Desde las nueve de la mañana el tráfico rodado se ha cortado para facilitar a los bilbainos el ir y venir entre los puestos colocados en el Arenal y la Plaza Nueva.
Olentzero también tiene su lugar en el mercado de Santo Tomás.
A las diez y media, el alcalde de la villa, Juan Mari Aburto ha inaugurado esta nueva edición del mercado de Santo Tomás, en una carpa a pocos metros del kiosko del Arenal.
Allí se ha procedido a entregar unas réplicas de las casetas a Juan Ignacio Vidarte, director del Museo Guggenheim Bilbao y a Miguel Zugaza, director del Museo de Bellas Artes por contribuir, con su labor, al desarrollo cultural de la villa.
Minutos después, las autoridades entre las que se encontraban, además del alcalde, el Diputado General de Bizkaia, Unai Rementeria y la Diputada de Cultura, Ibone Bengoetxea se han acercado a uno de los puestos a tomar el famoso talo con chorizo.
También en la Plaza Nueva el ambiente era muy animado, con muchos puestos y mucha gente dispuesta a pasar un buen rato aprovechando que, además, lucía el sol.
Durante todo el día miles de bilbainos y de personas llegadas desde diferentes puntos de la provincia, recalarán en el Casco Viejo para festejar el inicio de la Navidad.
FOTOS: ANDONI RENTERIA