BALMASEDA PRESENTA LOS MUSEOS EN PILDORITAS

Ayer, veintinueve de junio a las siete menos diez de la tarde, estaba todo preparado en la Kultur Etxea-Casa de Cultura de Balmaseda para la presentación del libro MUSEOS DE BIZKAIA EN PILDORITAS. Este edificio restaurado fue la primera escuela pública de la villa y, en la actualidad, sirve para fines culturales y sociales. En él se encuentra una magnífica biblioteca, un salón de actos, varias salas polivalentes y una zona de encuentro donde se hallaba el patio de recreo y donde, en la actualidad, tienen lugar exposiciones o actividades infantiles.
Pasaban unos minutos de las siete cuando el concejal de Cultura, Ander Rivero, inició la presentación explicando a los asistentes quiénes éramos Andoni Renteria y yo. Además, habló someramente del protagonista del evento: el libro MUSEOS DE BIZKAIA EN PILDORITAS.

Después tomé la palabra para contar cómo se había desarrollado este proyecto tan ilusionante para mí; les hablé de mi pasión por los museos, en general y por los museos de Bizkaia, en particular.
Andoni Renteria, como fotógrafo del libro nos relató a todos varias anécdotas sobre cómo había llevado a cabo su labor y las dificultades con las que se encontró en alguno de los museos para tomar imágenes de algunas piezas en vitrinas o en lugares poco accesibles para la cámara.

Y, como no podía ser de otra manera, aportaron sus testimonios los responsables de los tres museos de Balmaseda: Paloma Sañudo, del Museo de la Historia de Balmaseda; Jorge Gómez del Museo de la Pasión Viviente de Balmaseda y Ainara Martínez de La Encartada Fabrika Museoa. Ellos tres ofrecieron detalles de las piezas de sus museos que eligieron para mostrar en el libro.

Antes de dar paso a las firmas de los ejemplares, hubo tiempo para poner en común entre todos, diferentes opiniones de los museos que ya conocían o recomendaciones para acudir a los que aún no conocían. Incluso me prometieron que harían todo lo posible por visitarlos todos. También me alegró mucho ver a varias adolescentes que habían acudido a esta cita cultural, con las que pude intercambiar sonrisas y amena charla.

Miguel Ángel Álvarez, interesado por la cultura, me contó que escribe habitualmente artículos en el periódico de la villa.

Mari Jose, la bibliotecaria llevó varios ejemplares para los lectores de la biblioteca y para ella, por supuesto.

Jorge y Paloma se esmeraron para que todo saliera bien.

Si algo me hace feliz es ver cómo los padres y las madres inculcan la cultura a sus hijos. Ayer Miren y Javi trajeron al risueño Iker, que fue el asistente más joven.

Las muestras de cariño siempre son bien recibidas.

El encuentro continuó fuera del Salón de Actos donde nos tenían preparado un pequeño ágape a base de txakolí de la zona y deliciosos txoripanes.

Y, para nuestra sorpresa, el concejal nos obsequió a Andoni y a mí con unos libros sobre la historia de Balmaseda y un CD de un grupo de la villa.

Quiero agradecer a todas y cada una de las personas que ayer hicieron posible esta presentación. Todos nos ofrecieron su cariño, su simpatía y sus bonitas palabras. Tanto Andoni como yo nos sentimos felices y agradecidos por su afectuosa acogida.
Para terminar, solo me queda animaros a visitar esta villa encartada, la primera de Bizkaia, que guarda tesoros en forma de museos, edificios, historia, fiestas, gastronomía… y muy buena gente.

ESKERRIK ASKO GUZTIOI!
¡MUCHAS GRACIAS A TODOS!

 

FOTOS: ANDONI RENTERIA

ANTONIO TRUEBA EN EL MUSEO DE LAS ENCARTACIONES.

El siete de julio de 2020 se inauguró en el museo de las Encartaciones de Abellaneda en Sopuerta, la exposición sobre la figura del escritor costumbrista Antonio de Trueba, titulada “Antonio de Trueba (1819-1889). Cronista de Bizkaia “.
Antón el de los Cantares, como también se le conocía, nació hace doscientos años en Montellano (Galdames) comarca de las Encartaciones en Bizkaia. A los quince años viajó a Madrid donde se inició en la lectura de autores románticos españoles. Con el paso del tiempo fue él quien comenzaría a escribir poemas, cuentos, novelas y artículos para diferentes periódicos. Sus obras siempre reflejaron la realidad social del momento. Narraba las tradiciones y costumbres campesinas; así como la creciente transformación industrial que sufría Bizkaia o los paisajes, las romerías y muchas anécdotas de su entorno.

Hasta el próximo dos de mayo, quien se acerque hasta este museo que, originalmente fue Casa de Juntas, podrá comprobar cómo fue la vida de Trueba quien fue proclamado por las Juntas Generales de Bizkaia, Cronista y Archivero del Señorío en 1862 y Padre de la provincia en 1876.
En cuatro estancias adornadas con elegantes cortinones rojos se reparten fotografías, libros, textos, artículos de prensa, herramientas de labranza, objetos religiosos y un boceto de la estatua que el artista valenciano, Mariano Benlliure, realizó y que se encuentra en los bilbaínos jardines de Albia.

Recorrer estas salas es aprender de la historia del siglo XIX, es conocer nuestros orígenes, es entablar una conversación con aquel cronista que nos ha dejado un extenso legado de poemas, novelas, artículos y muchas reflexiones y opiniones sobre lo que él vivía y sobre lo que la sociedad de entonces vivía.

Sin duda, os aconsejo visitar este museo y, concretamente, esta muestra sobre Antonio Trueba en la que han colaborado cinco investigadores: Joseba Agirreazkuenaga, Montserrat Amores, Goio Bañales, Jesús Arrate y Javier Barrio Marro y que cuenta con el apoyo de la Diputación Foral de Bizkaia, las Juntas Generales de Bizkaia y el Ayuntamiento de Galdames.

Os dejo dos enlaces:
El del museo Enkarterrimuseoa
Y el video en el que, el propio Antonio Trueba, representado por el actor Kepa Gallego, habla sobre la exposición. Video Trueba

FOTOS: ANDONI RENTERIA

GORDEXOLA, UN PUEBLO CON HISTORIA

El municipio de Gordexola se encuentra a veinte kilómetros de Bilbao en la comarca de Las Encartaciones.

Poco más de mil setecientos habitantes conviven en una superficie de 41 kilómetros cuadrados.

El patrimonio arquitectónico de este pequeño pueblo es impresionante. Son muchas las casonas, casas-torre, ermitas e iglesias que salpican el municipio.

Varias mansiones de los indianos que, habiendo amasado una fortuna, volvieron a sus orígenes y edificaron majestuosas viviendas, con sus jardines donde no faltan las palmeras que le da ese toque de exotismo y prosperidad.

Las casas-torre, con el tiempo, se convirtieron en palacetes tras reformar sus fachadas austeras y sólidas.

Los montes rodean este enclave en el que no falta el río Herrerías que cruza el pueblo, llamado así debido a la cantidad de ferrerías y molinos que jalonaron los márgenes. En el siglo XIX las ferrerías decayeron, dando paso a un movimiento migratorio que continuó en el siglo XX.

Hoy en día sus orillas sirven para pasear, sentarse en un banco o realizar ejercicios de gimnasia en alguno de los aparatos allí instalados.

Muy cerca del puente, el antiguo matadero municipal ha sido reconvertido en sede de la Peña del Athletic.

A finales de noviembre, por San Andrés, se celebra la feria ganadera más importante de la comarca y, hasta aquí, se acercan vecinos y ganaderos de toda la zona cumpliendo, así, con una tradición que se lleva realizando desde el año 1709.

Una mañana soleada de invierno, me dirijo hasta aquí para visitar este pequeño pueblo y observar las grandes casonas.

En la plaza del Molinar me siento en uno de sus bancos, imaginando las tardes en las que la orquesta hace sonar sus instrumentos en el kiosko, para disfrute de los vecinos.

Me fijo en una gran piedra que indica que el árbol situado al lado es un retoño del árbol de Gernika.

A pocos metros de aquí la iglesia de San Juan de Molinar se hallaba cerrada y en silencio en ese momento, al igual que la escuela.

Sigo andando hacia el frontón cubierto, donde, me explican, que también sirve para disputar partidos de baloncesto.

Detrás del edificio del Ayuntamiento me sorprende una curiosa escultura. Se trata de un jabalí, icono de las fiestas de San Cosme, en Septiembre. Esta escultura fue un regalo de un socio de la Peña del Athletic de Gordexola que reside en Nicaragua.

Mis pasos me llevan hasta la verja del antiguo Colegio San José, en un alto, que, actualmente, se dedica a tratar a las personas enfermas de adicciones.

A pesar de no ser un pueblo muy grande dispone de servicios básicos e, incluso, de un acogedor hotel.

Me voy con una grata sensación de haber paseado por un lugar cargado de historia, a pocos kilómetros de Bilbao.

FOTOS: ANDONI RENTERIA.