Hoy día dos de mayo de 2016 una parte de los vestigios bilbaínos más importantes han sido presentados en sociedad.
Se trata de los restos arqueológicos pertenecientes al antiguo convento de los franciscanos del siglo XV que, en 2007, encontraron mientras excavaban para llevar a cabo unas obras de un parking.
El barrio de San Francisco se quedó sin aquel aparcamiento, pero Bilbao ganó un espacio y un trozo de nuestra historia que permanecían ocultas bajo la plaza Corazón de María.
Estas ruinas, que ocupan una superficie de 2000 metros cuadrados, han sido testigos de retazos de nuestra historia tanto religiosa con los franciscanos como militar con las guerras carlistas.
En el convento llegaron a residir hasta 100 frailes, posteriormente se convirtió en cuartel militar y, de entonces, fueron descubiertos restos óseos pertenecientes al menos a 15 personas que fueron enterradas en el claustro y en el huerto.
El recinto se ha cubierto con un techo acristalado que permitirá entrar la luz pero protegerá las ruinas de las inclemencias del tiempo.
Hay varias salidas de emergencia y se podrá acceder a través de las escaleras desde la plaza o por las oficinas del Museo de Reproducciones.
Está previsto que haya visitas guiadas pero, de momento, no tengo más información sobre eso.
Al acto han acudido diferentes concejales, arqueólogos, personalidades de la cultura y, por supuesto, el alcalde de la villa Juan Mari Aburto, que ha escuchado atentamente las explicaciones del arqueólogo que les ha acompañado en su visita por este espacio que nos permitirá conocer más de nuestro Bilbao.
Un pozo preside el centro del claustro.
FOTOS: ANDONI RENTERIA